¿Cómo canalizar la colaboración ciudadana?
El periodismo actual se enfrenta a un gran dilema. Está en juego su credibilidad. Los medios de comunicación hacen gala de imparcialidad, una imparcialidad que, ahora más que nunca, está en entredicho. No es ningún secreto para el ciudadano mínimamente concienciado que el periodismo está sujeto a ideologías y, sobre todo, a la propia política de empresa de los grupos mediáticos. Es dificil en este contexto que la prensa sea capaz de representar y aglutinar a todas las tendencias de nuestra sociedad.
Hay que distinguir entre periodismo y opinión. Es muy tentador opinar. Normalmente todos queremos que nuestras opiniones tengan la mayor cobertura posible. Pero ¿es la labor de un periodista limitarse a opinar? La realidad es que no todos los profesionales de la información pueden hacer artículos de opinión. No porque su opinión no sea válida, sino porque la labor de un periodista es intentar representar todos los puntos de vista. El periodista tiene su opinión, evidentemente, pero un medio de comunicación que se limita a divulgar opinión corre el riesgo de parecer más bien un panfleto. Aquel que escribe una columna de opinión no empezó escribiendo columnas de opinión, pero es indispensable mantener una ventana abierta a los ciudadanos, más aún ahora, con el auge de Internet. Si los medios de comunicación son el cuarto poder, la calle tiene que jugar un papel muy importante, más importante que el actual.
Los artículos de opinión publicados en un periódico concreto responden a su línea editorial. Por eso, independientemente de dicha línea editorial, se ha de insistir en una mínima objetividad; una objetividad que intente dar voz a la diversidad de opiniones presentes en la sociedad. Lamentablemente los medios de comunicación parecen estar más interesados en parecer objetivos que en serlo. Algunos ni eso.
En un principio parece que es una buena opción dar voz a los ciudadanos, cederles espacio dentro de un medio de comunicación para que no se limiten a opinar, sino que sean ellos mismos quienes ejerzan de moderadores, es decir, de periodistas. Pero un periodista ha de estar bien formado y concienciado, lo que hace indispensable que se establezcan filtros de calidad. Entonces llega el dilema: ¿los filtros de calidad son un sistema de censura? En un medio de comunicación convencional, en el contexto actual, indudablemente sí.
Internet es, en pleno siglo XXI, una realidad social y el canal de comunicación ideal para dar cobertura a las opiniones y reflexiones de los ciudadanos. La prensa convencional actualmente se muestra incapaz de dar cabida a las nuevas tendencias y generaciones, por lo que el futuro y la diversidad están en la red. ¿Se adaptarán los medios de comunicación de toda la vida a esta diversidad? ¿Acabará convirtiéndose la red en más de lo mismo?
Diarios y portales digitales:
www.elincorformistadigital.com
Webs de medios convencionales:
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